Ahora escribe un profesional.

Pues ahora resulta que ya soy profesional. Aún aunque siga siendo el mismo personaje que he sido hasta ahora, resulta que ahora cuento con un diploma de cartón avalado por una de las universidades más prestigiosas de mi país en el cual consta lo mucho que me dediqué y lo duro que trabajé para alcanzar mis metas, por lo cual me he hecho merecedor de tan insigne reconocimiento. Ya tengo algo que colgar en la pared, y ya puedo rellenar "universitario" en los formularios que preguntan por los estudios completados.
Para todo el mundo parece que el grado significara mucho más que esto pero en realidad yo no le tengo tanta fé. No me ha solucionado la vida y dudo que lo haga. Es más ahora tengo un poco más de miedo que antes, si eso cabe. Ahoa es la hora de enfrentarse a la vida, de llenar las expectativas no solo tuyas sino de los que te rodean. Eso da miedo.
Aún me falta celebrar mi grado como es debido (eliminando unso cuantos miles de neuronas de más), con tequila y alcohol como se merece este evento. (Porque para celebrar si me parece justificado) Lo malo es que con tantos proyectos andando. ¿a qué horas voy a cumplir con el sagrado deber de embriagarme?
La fundación Corona está a punto de desbancar a Freddy Kruger como la Pesadilla más Sin Fin de todas, y en cuanto al documental de Bustamante y la animación de Banderas en Marte, pues ahí vamos también. Están quedando bien y avanzamos con ellas.
Wow... que nervios mi vida....
saludos mis queridos lectores.... (si están ahi)